Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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ESCALA DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA EN
TRABAJADORES SOCIALES: VENTAJAS EN EL USO
DE LAS TECNOLOGÍAS DE TELETRABAJO
Evaristo
Barrera-Algarín
Universidad Pablo de Olavide
Correspondencia: ebaralg@upo.es
https://orcid.org/0000-0001-8201-9423
José Luís Sarasola-Sánchez-Serrano
Universidad Pablo de Olavide
https://orcid.org/0000-0002-9327-0370
Alberto Sarasola-Fernández
Universidad Pablo de Olavide
https://orcid.org/0000-0002-6337-1066
Ana Vallejo-Andrada
Universidad Pablo de Olavide
https://orcid.org/0000-0002-2776-8859
RESUMEN
En los últimos años se han producido importantes avances tec-
nológicos, y en especial en el mundo de las tecnologías de la informa-
ción y la comunicación (TIC), que están transformando a pasos acele-
rados las distintas profesiones vinculadas con la intervención social.
Partimos de la hipótesis de que los trabajadores sociales presentan
un alto grado de aceptación tecnológica porque detectan importantes
ventajas en el uso de las tecnologías de teletrabajo para su práctica
profesional. Por ello se propuso como objetivo principal: Comprobar el
grado de aceptación tecnológica de los trabajadores sociales a nivel
resumen
mentado [u5]:
nombres de autores cambiarlos
92
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
internacional. Y un objetivo secundario: analizar cómo se establece la vin-
culación entre la práctica profesional y el uso de las nuevas posibilidades
tecnológicas en los trabajadores sociales. A nivel metodológico se aplicó
un cuestionario especializado de 27 variables (Alfa de Cronbach α = .950)
y la escala Technology Acceptance Model (TAM), a una muestra de 1144
trabajadores sociales de 13 países. A nivel conclusivo, se detecta un alto
grado de aceptación tecnológica; una identificación clara entre la práctica
profesional, el uso de los avances tecnológicos, y su conexión con los es-
tándares propuestos por la NASW; y una identificación clara de las princi-
pales ventajas del uso de estas tecnologías para el Trabajo Social. Todos
estos elementos guardan una estrecha relación con la extensión del Tele-
trabajo Social, y con el e-Social Work
Palabras Clave: Modelo de Aceptación Tecnológica; Trabajo Social;
Tecnologías de teletrabajo; Teletrabajo Social.
TECHNOLOGY ACCEPTANCE SCALE IN SOCIAL
WORKERS: BENEFITS OF TELEWORKING
ABSTRACT
In recent years, there has been significant technological progress, par-
ticularly in the world of information and communication technologies (ICTs),
which are rapidly transforming the various professions linked to social inter-
vention. The hypothesis that social workers manifest a high level of techno-
logy acceptance since they discern significant advantages in using telewor-
king technologies in their professional practice is used as a starting point for
our research. Hence, our main aim was to check the degree of technology
acceptance among social workers on an international level, with a secon-
dary goal being to analyse how the link is established between professional
practice and the use of new technological opportunities for social workers.
With respect to method, a specialised questionnaire with 27 variables
(Cronbach’s alpha α = 0.950) and the scale for the Technology Acceptance
Model (TAM) were applied to a sample of 1144 social workers from 13 cou-
ntries. In conclusion, a high degree of technology acceptance was detected,
along with a clear identification between professional practice, the use of
technological advances and their connection with the standards proposed
by NASW, and a clear identification of the main benefits of using such tech-
nologies for social work. All these elements have a close relationship with
the extension of teleworking in Social Services and with e-social work.
Key words: Technology Acceptance Model; social work; telework
technologies; teleworking in Social Services.
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ESCALA DE ACEPTACIÓN TECNOLÓGICA
EN TRABAJADORES SOCIALES:
VENTAJAS EN EL USO DE LAS TECNOLOGÍAS
DE TELETRABAJO
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Recibido: 14-02-2022
Aceptado: 24-04-2022
Publicado: 31-12-2022
INTRODUCCIÓN
El Trabajo Social es una disciplina que ha sabido dar res-
puesta a las demandas que su sociedad y su tiempo le ha exigi-
do. Busca un desarrollo constante de sus fundamentos teóricos y
de la investigación. Una de las características fundamentales del
Trabajo Social es que precisamente busca la aplicación de sus
conocimientos y sus teorías, siempre para generar beneficios en
términos de calidad de vida y bienestar de su población objeto.
Castells, Barrera y Casal (1986) , afirman que las nuevas
tecnologías, o tecnologías emergentes, se centran en los proce-
sos de comunicación y suelen agruparse en tres grandes áreas:
la informática, el video y la telecomunicación. Estas tecnologías
comprenden una serie de aplicaciones de descubrimiento cientí-
fico cuyo núcleo central consiste en una capacidad cada vez
mayor de tratamiento de la información. Para el Trabajo Social,
el acceso a la información, y sobre todo su tratamiento en esta
era digital, es de vital importancia, sobre todo en su conexión con
el teletrabajo.
Para Tejedor y Valcárcel (1996), las nuevas tecnologías su-
pusieron la llegada de la tecnología digital, y con ella la informa-
Serrano
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
tización y el mundo de los ordenadores personales, así como la
aparición de las telecomunicaciones. Para el Trabajo Social, esta
realidad es muy evidente, y ya son difíciles entender nuestras
intervenciones e investigaciones sin las conexiones a la red
(internet) y el acceso a la información que nos permiten las re-
des sociales digitales. Para la National Association of Social
Workers, y la Association of Social Work Boards (Asociación Na-
cional de Trabajadores Sociales, y la Asociación de entidades de
Trabajo Social) (NASW & BASW, 2017, pp. 18-20), estas nuevas
tecnologías suponen un modo de comunicación e información,
donde podemos operar con la información para adquirirla, trans-
mitirla o almacenarla. En cualquier caso, suponen un conjunto
de técnicas y procedimientos que permiten al trabajador social,
a través de soportes sustentados en
hardware
,
software
o tele-
comunicaciones, la capacidad de articular actividades, decisio-
nes o elecciones.
Estas tecnologías suponen un cambio a niveles cuantitati-
vos y cualitativos en todos los niveles sociales, que evidente-
mente es necesario integrar en el Trabajo Social y sus funcio-
nes. Por ello, en 2005 se crea un documento que vincula la
tecnología y la práctica del Trabajo Social (NASW & BASW,
2017, p. 3), para regular cualquier actividad mediada electróni-
camente que se utiliza en el Trabajo Social, de manera que sea
lo más competente y ética posible. Este documento regula las
siguientes indicaciones para la práctica profesional:
Ética y valores; Acceso; Competencia Cultural y Poblacio-
nes Vulnerables; Competencias técnicas; Competencias regla-
mentarias; Identificación y verificación; Privacidad, confidenciali-
dad, documentación y seguridad; y Gestión del riesgo (NASW &
BASW, 2017, pp. 4-11). Además, incluye un decálogo de Compe-
tencias para la Práctica, como son: Defensa y Acción Social;
Práctica en la comunidad; Práctica Administrativa; Competen-
cias clínicas; Investigación y Supervisión (NASW & BASW,
2017).
Por otro lado, no todo avance tecnológico, o aplicación del
mismo, genera necesariamente beneficios o, mejor dicho, exclu-
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sivamente beneficios. De hecho, existen innumerables maneras
en que la tecnología y la brecha digital acentúan aún más los
problemas de la exclusión social, la marginación y la falta de
poder. (Rasmussen, 2015) En este sentido, Olarte (2017) desta-
ca la relevancia de la brecha digital, su complejidad, y las impor-
tantes repercusiones sobre los derechos sociales; esos mismos
que el Trabajo Social debe atender. García, Rivero, y Ricis (2020)
demostraron precisamente su imparto durante la pandemia de
Covid-19. Trabajos como los de Amado y Gala (2019), abordan
la importancia de contrarrestar esta brecha digital a través de
políticas públicas y programas diseñados al respecto. Sobre ello,
Cabero y Ruiz-Palmero (2017) propondrá implementar medidas
de carácter educativo y social como elementos para minimizar el
impacto de esta brecha.
Watling y Rogers (2012) afirman que Internet es un reflejo de
los patrones actuales de exclusión y marginación. Un ejemplo
mismo son las barreras para acceder a los recursos digitales.
Algunas de estas barreras incluyen costos excesivos, falta de
habilidades y acceso a la capacitación, y un ajuste pobre entre el
diseño y su uso con poblaciones desfavorecidas, e incluso ma-
yor marginación. Por ello es tan necesario el acceso a la tecno-
logía para el Trabajo Social y la aplicación de sus principios pro-
fesionales. En cualquier caso, y como indica Colom (2020), la
tecnología puede y debe ser parte de la solución, ayudando a
enfrentar los desafíos en materia económica, social y medioam-
biental.
El Trabajo Social puede utilizar la tecnología de muchas for-
mas, como por ejemplo el uso de bases de datos dentro de
nuestros lugares de trabajo, y su entramado de aplicaciones y
utilidades en el uso y almacenamiento de la información que ge-
nera la cotidianeidad de la disciplina. Esto implicaría, la planifica-
ción de casos, las evaluaciones, etc., todo lo que se pueda hacer
electrónicamente (Christenson, 2019).
Para Christenson (2019), y para Bryant, Garnham, Tedman-
son, y Diamandi (2015), el uso de la tecnología también permite
al Trabajo Social adaptarse a las circunstancias de su aplica-
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
ción. Se pueden prestar servicios, aunque nuestro cliente o
usuario está alejado de nosotros (de manera no presencial).
Imaginemos el acceso del Trabajo Social a áreas tradicional-
mente incomunicadas, dispersas, en zonas rurales de difícil ac-
ceso. O incluso el acceso del Trabajo Social a redes de recur-
sos, información, contacto con entidades públicas, privadas…
Para Belluomini (2021), hay tres enfoques del proceso inte-
grador de la tecnología en la práctica del Trabajo Social: El pri-
mero es el ‘proactivo’ (se hace uso de las tecnologías actuales
para aplicarlas a las distintas esferas de la intervención profesio-
nal). Este enfoque es útil al Trabajo Social para desarrollar su
Práctica Basada en la Evidencia, en el uso de las tecnologías con
adolescentes y familias, y también en la utilización de servi- cios
en línea para búsqueda de información y/o recursos. El se-
gundo es el ‘reactivo’ (destaca un pensamiento crítico sobre la
tecnología). Este enfoque ayuda al debate sobre temas de segu-
ridad y el uso de aplicaciones de una manera positiva, o sus
efectos negativos. Y tercero, el enfoque ‘rechazado’ (contra el
uso de la tecnología porque está contraindicado). Puede enten-
derse apropiado si un cliente no tiene acceso a Internet. En algu-
nos casos pueden proponer el servicio de Internet de bajo costo
o gratuito para las poblaciones de bajos ingresos. Esto vuelve al
enfoque proactivo (Belluomini, 2021).
En cualquier caso, para Bryant et al. (2015), consideran el
uso de las tecnologías emergentes como una solución rentable
para superar el aislamiento social y la privación de recursos para
llegar a las personas vulnerables con el fin de proporcionar ser-
vicios psicosociales y apoyar el uso de personal y conocimientos
ubicados en los centros urbanos. Recordemos la necesidad de
este tipo de trabajo e intervención sobre todo a partir de los con-
dicionantes que nos ha introducido la COVID-19.
Vinculado a lo anterior está el concepto de Teletrabajo So-
cial. El Teletrabajo Social parte de la evolución que ya otras pro-
fesiones han venido realizando para adaptarse a las posibilida-
des que ofrece un mundo digitalizado (Barrera y Sarasola, 2020).
Para West y Heath (2011) estas incluirían a la psicología, la
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enfermería, la farmacología y la medicina. Las disciplinas orien-
tadas a la salud física, incluida la medicina, la enfermería y las
especialidades de salud, han estado a la vanguardia en el desa-
rrollo y la implementación de aplicaciones de tele-salud que usan
las TIC para proporcionar consultas, recomendar tratamiento y
monitorear remotamente la información de salud para pacientes
socialmente aislados (Bryant, Garnham, Tedmanson, & Diaman-
di, 2015, p. 5). El Trabajo Social se encuentra inserto en todos
estos aspectos. Tendríamos que hablar también de ‘Teletrabajo
Social’.
Para McCarty y Clancy (2002, p. 153), casi cualquier cosa
que un trabajador social hace cara a cara podría teóricamente ser
hecho online. La tecnología también se utiliza directamente en el
tratamiento del cliente y puede ofrecer infinitas posibilidades.
Pero también podemos utilizar la tecnología para compren-
der la que utilizan los clientes, y especialmente en cómo la utili-
zan. Por ejemplo, los adolescentes pueden usar diversas formas
de tecnología para intimidar, especialmente los medios de co-
municación social, o los adultos pueden encontrarse frente a re-
acciones emocionales a las cosas que encuentran en línea (Ba-
rrera y Sarasola, 2020). Se trata de riesgos en las propias
prácticas digitales ya probadas desde el Trabajo Social. Por ello,
los trabajadores sociales necesitan estar al día para entender
cómo la tecnología afecta a su clientela (Christenson, 2019).
Como se ha descrito anteriormente, la NASW (Asociación Na-
cional de Trabajadores Sociales norteamericana) tiene estánda-
res de práctica profesional para la integración y el uso de tecno-
logía que es fundamental para que los trabajadores sociales
generalistas avanzados se integren en la práctica.
En este sentido, Reamer (2021a), afirma que las distintas
tecnologías que permiten la conexión online, han transformado
la naturaleza de la práctica de Trabajo Social y la educación. Los
trabajadores sociales contemporáneos pueden prestar servicios
a los clientes mediante el asesoramiento en línea, la asesoría
telefónica, el asesoramiento por vídeo, la ciberterapia (terapia de
avatar), las intervenciones basadas en la Web auto guiadas,
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
las redes sociales electrónicas, el correo electrónico y los men-
sajes de texto. La introducción de diversas tecnologías que per-
miten el trabajo online, y otras formas de servicios sociales elec-
trónicos, ha creado también una amplia gama de problemas
éticos que el trabajador social ha de afrontar: el consentimiento
informado del cliente; privacidad y confidencialidad del cliente;
límites y relaciones duales; conflictos de interés; competencia
profesional; registros y documentación; y las relaciones colegia-
les. (Reamer, 2015b).
Según Barrera y Sarasola, el Teletrabajo Social se puede
entender como la aplicación de la telemática al Trabajo Social.
La telemática es la aplicación de las técnicas de la telecomuni-
cación y de la informática a la transmisión de información com-
puterizada Hablaríamos entonces de que “el Teletrabajo Social
es la aplicación de las técnicas de la telecomunicación, de la in-
formática y la transmisión de información computerizada al Tra-
bajo Social”. (Barrera y Sarasola, 2020, p. 56). No obstante, la
tecnología debe ser considerada también desde la perspectiva
en la que los profesionales pueden conseguir con ella.
Para la NASW (2021), el Teletrabajo Social ofrece a los
clientes en una amplia gama de enfoques de tratamiento, dispo-
nibles cuando el transporte o las emergencias de vida impiden
que los clientes asistan de forma física.
En algunos casos, el Teletrabajo Social se puede utilizar
como el principal modo de tratamiento para clientes específicos,
como las personas con problemas de movilidad, o los clientes
rurales con barreras de transporte. Incluso, se podrían trabajar
con Grupos de autoayuda, aunque según nos indica la NASW
(2021), este aspecto requiere de muchas mejoras.
Si se desea conocer si un colectivo profesional es receptivo
y se beneficia del uso de herramientas tecnológicas, se puede
acudir a la escala TAM (Technology Acceptance Model). Se trata
de
un instrumento propuesto por Davis (1989), y Davis, Bagozzi, y
Warshaw, (1989; 1992), y que se ha utilizado en varios estu- dios
de muy diversa índole, con su adaptación al castellano,
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como los de Sandí (2019); Bell y Bell (2019), Quicaño, León,
Moquillaza (2019), Pereyra-Rodríguez, Jiménez, y Saigí (2018);
Cózar-Gutiérrez, De Moya-Martínez, Hernández-Bravo, y Her-
nández-Bravo, (2016); y Abad (2011). Es un instrumento com-
puesto de 15 preguntas tipo Likert, con 7 opciones de respuesta,
que van desde el valor 1 “extremadamente improbable/ en des-
acuerdo”, al valor 7 “extremadamente probable/ de acuerdo”. Los
15 ítems permiten medir 5 áreas relacionadas con la acep- tación
tecnológica: Utilidad percibida (4 ítems), facilidad de uso
percibido (3 ítems), disfrute percibido (3 ítems), actitud hacia el
uso (3 ítems), e intención de utilizarla (2 ítems).
En los últimos años, estos elementos que describimos, tam-
bién están enlazados con las oportunidades que ofrecen los
medios tecnológicos para la profesión de Trabajo Social, espe-
cialmente en relación al uso de las redes sociales virtuales, y el
Big Data (Castillo, 2017). Todo ello queda entrelazado con el uso
y aceptación de las nuevas tecnologías y las posibilidades de
aplicación que se presentan entorno al Teletrabajo Social.
Autores como López y Marcuello-Servós (2018) tratan sobre el
denominado e-Social Work. En sus aportaciones, destacamos
varias cuestiones: primero, cómo la investigación sobre las de-
mandas y necesidades de los ciudadanos utilizan cada vez más
frecuentemente métodos de análisis de redes sociales; en se-
gundo lugar, el análisis de experiencias de intervención basa-
das en las TIC y otras tecnologías digitales en diversos ámbitos
(atención a personas mayores y ancianos, trastornos alimenta-
rios, prestación de servicios en línea); y en tercer lugar, la for-
mación de los trabajadores sociales y las experiencias de reor-
ganización de los servicios sociales incorporando las TIC.
Por tanto, entendemos, al igual que López y Marcuello-Ser-
vós (2018), que la aceptación tecnológica en Trabajo Social ge-
nera sinergias que hacen que “el Trabajo Social Digital o e-Social
Work sea una especialización y es una parte fundamental de la
disciplina y profesión” (2018, p. 802).
A partir de lo expuesto, se realiza estudio de investigación
con el objetivo principal de comprobar el grado de aceptación
100
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
tecnológica de los trabajadores sociales a nivel internacional. Y
como objetivo secundario, analizar cómo se establece la vincu-
lación entre la práctica profesional y el uso de las nuevas posibi-
lidades tecnológicas en los trabajadores sociales. Para ello se
parte de la siguiente hipótesis: Los trabajadores sociales pre-
sentan un alto grado de aceptación tecnológica porque detectan
importantes ventajas en el uso de las tecnologías de teletrabajo
para su práctica profesional.
METODOLOGÍA
Se lleva a cabo una investigación de tipo transversal, basa-
da en observaciones mediante cuestionario y escala de valora-
ción a trabajadores sociales de distintos países. El estudio tuvo
un enfoque de tipo cuantitativo, descriptivo y correlacional.
Participantes
El estudio parte de un sondeo inicial de 6785 trabajadores
sociales de 13 países (universo), a través de la red profesional
LinkedIn. LinkedIn ha sido utilizado por distintas disciplinas cien-
tíficas para poder acceder de manera rigurosa a muestras profe-
sionales, como son los estudios de Beier y Früh (2020), Davis,
Wolff, Forret y Sullivan (2020), Demailly et. al. (2020), Elhakim,
Dexter y Fahy (2020), Hartman y Barber (2020) y Lucero-Rome-
ro y Arias-Bolzmann (2020). A este universo se le aplican los
siguientes criterios de inclusión: 1) Acreditar curricularmente su
condición de Trabajador Social, 2) Ejercer como trabajador so-
cial, o haber ejercido como trabajador Social en el último año.
Los criterios de exclusión fueron: A) No haber tenido experiencia
como trabajador social, B) no acreditar esta vinculación de forma
curricular, y/o C) ser figuras no contractuales, como becarios,
alumnos en prácticas, y otros similares. A partir de aquí, se hace
un cribado del universo inicial, y nos quedamos finalmente con
5802 sujetos a los que se envía el cuestionario a través de Goo-
gle Forms. Tras obtener una tasa de respuesta del 19.7%, alcan-
zamos una muestra final de 1144 trabajadores sociales (ver ta-
bla 1), con un 78,5% de mujeres.
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mentado [VGM6]: Ojo paginación: pone 10 en lugar
de
100 y ocu
r
re en páginas
posteriores: 102, 104
.
Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
101
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Instrumentos
Para responder la hipótesis se diseña un cuestionario espe-
cializado de 27 variables junto a la escala Technology Acceptan-
ce Model (TAM) (que une las variables de análisis sociodemo-
gráficas que se describen más adelante, las variables de la
Escala, las variables de Relación entre tecnología y Trabajo So-
cial, y las variables que analizan las ventajas del uso de las Nue-
vas tecnologías y Trabajo Social) a una muestra de 1144 traba-
jadores sociales de 13 países. Por ello se administra el
cuestionario en 2 idiomas, español e inglés, haciendo uso de
Goolgle Forms, y siendo distribuido a través de la red profesional
internacional LinkedIn a sujetos identificados curricularmente
como Trabajadores Sociales. La traducción del instrumento fue
en parte realizada por traductor bilingüe, y en parte haciendo uso
de las escalas ya validadas en ambos idiomas. El trabajo de
campo se realizó en el primer trimestre de 2019. El instrumento
ha dado una altísima fiabilidad (alfa de cronbach), de
α
=.950.
Las variables analizadas han sido las siguientes
- Variables sociodemográficas: Sexo, Edad, Nacionalidad,
Años con la titulación de Trabajo Social, Años de experiencia
como Trabajador Social, Situación Laboral, Contexto profesio-
nal, Nivel máximo de formación, y tipo de entidad donde ejerce.
Estas variables se utilizan para la descripción muestral y para el
análisis y correlación con el resto de variables. Se obtuvieron a
través del cuestionario aplicado.
- Grado de aceptación tecnológica: A través de escala TAM
(Technology Acceptance Model). La escala mide las siguientes 5
categorías: Utilidad percibida, facilidad de uso percibido, disfrute
percibido, actitud hacia el uso, e intención de utilizarla. El instru-
mento en Castellano arroja una fiabilidad en el Alfa de cronbach
de
α
= .942 (Fernández, 2017).
- Relación entre tecnología y Trabajo Social: Se utilizan un
total de 6 items que miden distintos aspectos de la relación entre
tecnología y Trabajo Social, haciendo uso de las directrices es-
102
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
tablecidas por la NASW (National Association of Social Workers).
Se
obtuvieron a través del cuestionario aplicado.
- Ventajas del uso de las Nuevas tecnologías y Trabajo So-
cial: Se utilizan un total de 27 items que describen y detectan las
ventajas del uso de las Nuevas tecnologías para el Trabajo So-
cial. Se obtuvieron a través del cuestionario aplicado.
Procedimiento
Teniendo en cuenta nuestros objetivo e hipótesis, se ha lle-
vado a cabo un estudio de investigación entre enero de 2019, y
junio de 2020. Se trata de un estudio cuantitativo, correlacional y
descriptivo. Este estudio ha quedado bajo las directrices de la
Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos
Personales y garantía de los derechos digitales. Así mismo ha
seguido el Código Ético de la Federación Internacional de Traba-
jadores Sociales. El procedimiento ha sido el siguiente:
Primero, se ha realizado la selección muestral conforme he-
mos descrito con anterioridad.
Segundo, se administró el cuestionario a través de Google
Forms conectando con la muestra (con selección de perfiles for-
mativos) a través de LinkedIn. Aquí se aplicó control de IP de
respuestas para evitar duplicidades. El tiempo de respuesta del
cuestionario oscilaba entre 5 y 10 minutos.
Tercero, los datos obtenidos a través de Google Forms, se
volcaban de forma directa en un Excel. Este Excel requirió una
recodificación a las 27 variables utilizadas y una posterior expor-
tación a IBM SPSS.
Cuarto, los datos que se obtuvieron, se trabajaron con Excel
y se analizaron con el programa informático IBM SPSS Statistics
25. Se aplicó análisis de frecuencias, análisis de correlaciones
(tipo Pearson), cruces de variables significativas y no significati-
vas a través de tablas de contingencia, y estimación de la fiabili-
dad del instrumento (Alpha de Cronbach).
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Resultados
Nuestra muestra son profesionales pertenecientes a 13 paí-
ses (tabla 1), donde la mayoría son de España (52,9%) al tratar-
se de del país de origen inicial de la investigación, pero también
hay profesionales de otros países europeos (Francia 8,2%, Rei-
no Unido 9,3%, Grecia 6,2%, Italia 4,8%, Turquía 0,4%), Améri-
ca (Estados Unidos 0,5%, Brasil 2,5%, Chile 1,5%, Ecuador
0,9%, Argentina 3,5%, Perú 3,4%), y de otras regiones del pla-
neta (Zimbabue 0,2%,). La edad predominante está en el tramo
entre 26-40 años (57,6%), seguido de la población entre 41-60
(27,8%). En este sentido, más del 65% de la muestra son perso-
nas que poseen el título de Trabajo Social desde 5 años o más,
y más del 50% tiene 5 o más años de experiencia como trabaja-
dores sociales.
En referencia a los sujetos del estudio (tabla 3), más del 56%
de la muestra posee una formación superior a la necesaria para
ejercer como trabajadores sociales (Posgrados, Expertos o
Máster 50,7%; doctorado 6,3%). Entorno al 70% son profesiona-
les que en el momento de la encuesta están trabajando, la ma-
yoría por cuenta ajena (64,9%). En referencia al contexto de su
ejercicio profesional, el 41% trabaja en el ámbito público, y el
resto en contextos privados con o sin ánimo de lucro. Los princi-
pales sectores de intervención son el colectivo de Personas Ma-
yores (17,4%), Servicios Sociales Comunitarios (14,6%), Meno-
res (11,8%), y Salud (11,1%).
TABLA 1: DESCRIPCIÓN MUESTRAL
Sexo
Porcentaje válido
Hombre
21,5
Mujer
78,5
Total
100,0
104
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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País
Porcentaje válido
España
Francia
Brasil
Reino Unido
Turquía
EE.UU.
Zimbabue
Grecia
Italia
Chile
Ecuador
Argentina
Perú
52,9
8,2
2,5
9,3
,4
,5
,2
6,2
4,8
1,5
,9
3,5
3,4
Total
100,0
Edad
Porcentaje válido
18-25
13,2
26-40
57,6
41-60
27,8
+ 60
1,4
Total
100,0
Años desde que posee el Título de Trabajo Social
Porcentaje válido
- de 5 años
32,6
5-10 años
22,9
11-15 años
16,0
16-20 años
10,4
+ de 20 años
18,1
Total
100,0
Años de experiencia en Trabajo Social
Porcentaje válido
- de 5 años
49,3
5-10 años
16,0
11-15 años
12,5
16-20 años
8,3
+ de 20 años
13,9
Total
100,0
Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
105
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Situación laboral actual
Porcentaje válido
Desempleo
26,4
Trabaja por cuenta propia
4,9
Trabaja por cuenta ajena
64,6
Jubilado
,7
Otros
3,5
Total
100,0
Contexto s reciente donde desempeña su labor profesional
Porcentaje válido
Servicios Sociales Comunitarios
14,6
Menores
11,8
Dependencia
2,8
Personas Mayores
17,4
Detenidos, reclusos y ex reclusos
2,8
Minorías étnicas
,7
Inmigración
3,5
Mujer
4,9
Juventud
5,6
Salud
11,1
Otros
25,0
Total
100,0
Nivel máximo de estudios
Porcentaje válido
Diplomatura /Licenciatura/Grado
43,1
Posgrado, Experto, Máster
50,7
Doctorado
6,3
Total
100,0
La última entidad en la que ejerce ha ejercido, es...
Porcentaje válido
Pública
41,0
Privada con ánimo de lucro
19,4
Privada sin ánimo de lucro
39,6
Total
100,0
Total Muestra
N= 1144
Fuente: Elaboración propia.
106
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
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Para el análisis de los resultados, se comienza por el grado
de aceptación tecnológica, a través de la escala TAM (Technolo-
gy Acceptance Model). Esta escala se explica en función de 5
categorías:
1.-Utilidad percibida: Esta categoría se ha medido utilizando
4 variables que se describen en la Figura 1.
FIGURA 1: TAM. UTILIDAD PERCIBIDA. FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA.
Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
107
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
https://doi.org/10.26754/ojs_ais/accioninvestigsoc.2022437423
Fuente: Elaboración propia.
Como se puede apreciar por los resultados mostrados, la
muestra marca una clara concordancia con la ‘Utilidad Percibida’
hacia el uso de tecnologías emergentes en Trabajo Social. El
69.4% considera que el uso de tecnologías emergentes durante
las intervenciones ayudará a mejorarlas; el 75% considera que
además mejorará sus conocimientos en Trabajo Social; el 66%
considera que estas tecnologías son útiles para el Trabajo Social;
y el 80.6% verá mejorado su rendimiento como trabajador social
usando estas tecnologías.
2.-Facilidad de Uso: Esta categoría se ha medido utilizando
3 variables que se describen en la Figura 2. Los resultados nos
confirman la ‘Facilidad de Uso Percibida’ hacia las tecnologías
emergentes en Trabajo Social. De hecho, consideran que el uso
de las tecnologías emergentes son algo divertido (66%), consi-
deran que estas tecnologías no le suponen un problema (73.6%),
y que el aprendizaje de estas tecnologías son algo claro y com-
prensible (73.6%).
108
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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FIGURA 2: TAM. FACILIDAD DE USO.
Fuente: Elaboración Propia.
Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
109
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https://doi.org/10.26754/ojs_ais/accioninvestigsoc.2022437423
3.-Disfrute Percibido: Esta categoría se ha medido utilizando
3 variables que se describen en la Figura 3. Como se puede
apreciar, también hay una relación entre el ‘Disfrute Percibido’ y
el uso de las tecnologías emergentes en los trabajadores socia-
les. Se puede afirmar en las 3 variables analizadas: Es algo di-
vertido para los trabajadores sociales (61.1%), disfrutan con el
uso de estas tecnologías (68.1%), y consideran con estas tecno-
logías les permiten aprender cosas nuevas en Trabajo Social
(75.7%).
FIGURA 3: TAM. DISFRUTE PERCIBIDO.
Fuente: Elaboración Propia.
110
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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4.-Actitud hacia el uso: Esta categoría se ha medido utilizan-
do 3 variables que se describen en la Figura 4. En referencia a
la ‘Actitud hacia el uso’, esta es positiva desde la perspectiva de
los trabajadores sociales. En este sentido, el 64.6% considera
que el uso de las tecnologías emergentes hace que el Trabajo
Social sea más interesante; el 63.9% afirma que no se ha aburri-
do usando estas tecnologías; y el 81.9% creen que el uso de las
tecnologías emergentes en Trabajo Social es una buena idea.
FIGURA 4: TAM. ACTITUD HACIA EL USO
Fuente: Elaboración Propia.
Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
111
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5.- Intención de utilizarla: Esta categoría se ha medido utili-
zando 2 variables que se describen en la Figura 5.
FIGURA 5: TAM. INTENCIÓN DE UTILIZARLA
Fuente: Elaboración Propia.
Para finalizar el análisis de resultados del TAM, se mide la
‘Intención de utilizar’ estas tecnologías. Claramente el trabajador
social muestra la intención de uso, en concordancia con los otros
parámetros medidos en la escala TAM. De hecho, al 79.2% le
gustaría utilizar en el futura las tecnologías emergentes, y que
además, el 78.5% lo haría para progresar en Trabajo Social.
Si además estos datos descriptivos de aceptación tecnológi-
ca los cruzamos con un análisis de correlaciones tipo Pearson
(ver tabla 2), veremos que nuestra hipótesis se confirma.
112
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
TABLA 2: ANÁLISIS DE CORRELACIONES DE TAM
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
TAM.
UT 1
_
TAM.
UT 2
,722
**
_
AM.
UT 3
,794
**
,783
**
_
TAM.
UT 4
,827
**
,773
**
,831
**
_
TAM.
FU 1
,544
**
,626
**
,600
**
,631
**
_
TAM.
FU 2
,429
**
,448
**
,500
**
,543
**
,541
**
_
TAM.
FU 3
,566
**
,579
**
,612
**
,618
**
,700
**
,681
**
_
TAM.
DI 1
,550
**
,617
**
,604
**
,580
**
,909
**
,578
**
,733
**
_
TAM.
DI 2
,583
**
,622
**
,639
**
,661
**
,832
**
,576
**
,716
**
,874
**
_
TAM.
DI 3
,788
**
,690
**
,746
**
,791
**
,601
**
,437
**
,651
**
,631
**
,707
**
_
TAM.
AC 1
,726
**
,663
**
,663
**
,747
**
,607
**
,455
**
,618
**
,629
**
,702
**
,814
**
_
TAM.
AC 2
,584
**
,602
**
,604
**
,673
**
,755
**
,490
**
,630
**
,733
**
,822
**
,681
**
,656
**
_
TAM.
AC 3
,757
**
,756
**
,792
**
,811
**
,677
**
,507
**
,654
**
,699
**
,722
**
,813
**
,767
**
,751
**
_
TAM.
IN 1
,756
**
,730
**
,812
**
,821
**
,679
**
,533
**
,654
**
,686
**
,737
**
,786
**
,747
**
,740
**
,937
**
_
TAM.
IN 2
,772
**
,699
**
,758
**
,795
**
,626
**
,477
**
,613
**
,632
**
,680
**
,836
**
,773
**
,740
**
,904
**
,910
**
**. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (2 colas).
Fuente: Elaboración Propia.
Las correlaciones son muy concluyentes. Todas las variables
de todas las dimensiones del cuestionario presentan correlacio-
nes significativas (
p
< .001), medidas con el coeficiente de correla-
ción de Pearson (x2 entre .467 y .937).
Nuestro estudio también ha realizado un análisis en términos
de coincidencia con las indicaciones para la práctica profesional
en Trabajo Social en el uso de instrumentos tecnológicos pro-
puestos por la NASW (descritos anteriormente). Para ello realiza-
mos un cálculo de medias y desviación estándar (ver tabla 3) de
los 6 ítems analizados. Estos ítems han sido valorados por los
trabajadores sociales en valores de 1-4, siendo 4 el de mayor ni-
vel de coincidencia con la afirmación.
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Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
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TABLA 3: INDICACIONES PARA LA PRÁCTICA PROFESIONAL
Orientaciones desde la NASW
Mínimo Máximo Media
Desviación
estándar
Los trabajadores sociales utilizarán la tecnología para in-
formar y movilizar a las comunidades sobre las políticas
que beneficiarán a individuos y grupos
1 4 3,31 ,672
Los trabajadores sociales deben abogar por la adopción y
uso de tecnologías relevantes que mejoren el bienestar de
las comunidades
2 4 3,46 ,646
Los trabajadores sociales se mantendrán informados sobre
la tecnología para mejorar los programas de calidad y la
prestación de servicios
1 4 3,43 ,655
Los trabajadores sociales se esforzarán por hacerse y per-
manecer informados sobre la dinámica de las relaciones en
línea, las ventajas y los inconvenientes de las interacciones
no
presenciales .
1 4 3,28 ,761
Los trabajadores sociales que realizan, evalúan, difunden o
implementan investigaciones usando enfoques tecnológi-
cos, deben hacerlo de una manera que asegure credibilidad
ética y asegure el consentimiento informado del partici-
pante
1 4 3,56 ,687
Cuando se utilicen o proporcionen supervisión y consulta
a través de medios tecnológicos, los supervisores de Tra- bajo
Social y los supervisados deberán seguir las normas
que se
aplicarán a una relación de supervisión cara a cara y serán
competentes
1 4 3,48 ,729
Fuente: Elaboración Propia.
Las medias obtenidas han oscilado entre 3.82 y 3.56, todas
ellas muy cercanas a 4 (las desviaciones estándar han sido muy
bajas, han estado entre 0.646 y 0.761). Ello nos dice que los
trabajadores sociales consideran que deben utilizar la tecnolo-
gía para informar y movilizar a las comunidades sobre las políti-
cas que beneficiarán a individuos y grupos; que deben abogar
por la adopción y uso de tecnologías relevantes que mejoren el
bienestar de las comunidades; que deben mantenerse informa-
dos sobre la tecnología para mejorar los programas de calidad y
la prestación de servicios; que deben esforzarse por hacerse y
permanecer informados sobre la dinámica de las relaciones en
línea, las ventajas y los inconvenientes de las interacciones no
presenciales y las formas en que la práctica del Trabajo Social
basada en la tecnología puede llevarse a cabo de manera segu-
114
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
ra y apropiada; que realizan, evalúan, difunden o implementan
investigaciones usando enfoques tecnológicos, deben hacerlo
de una manera que asegure credibilidad ética y asegure el con-
sentimiento informado del participante; y que cuando se utilicen
o proporcionen supervisión y consulta a través de medios tecno-
lógicos, los supervisores de Trabajo Social y los supervisados
deberán seguir las normas que se aplicarán a una relación de
supervisión cara a cara y serán competentes en las tecnologías
utilizadas.
Para finalizar el análisis, se les preguntó a los trabajadores
sociales sobre las ventajas del uso de las tecnologías emergen-
tes. Según observamos en la tabla 4 (ver tabla 4), las ventajas
que han obtenido puntuaciones por encima del 70% (71.4-94%)
han sido: Mejora el acceso a los recursos; mayor acceso a la
información; mejor accesibilidad a los datos y expediente del
usuario; mejor conexión e intercambio de información entre pro-
fesionales; facilita y agiliza los trámites burocráticos; mejora las
comunicaciones entre diferentes profesionales; mejora de la co-
municación interprofesional. Las puntuaciones entre 52.6 y 69.2
%, han sido para: Reducción de los tiempos de espera; posibi-
lidades mucho mayores de investigación; posibilidad de conec-
tar nuevas herramientas técnicas y de diagnóstico en cada caso;
la posibilidad de realizar consultas remotas entre servi- cios
sociales comunitarios y especializados, permitiendo a los
profesionales mantener un contacto continuo entre ellos, mejo-
rando así su formación y competencias; mejor y más rápida co-
municación entre distintos servicios; atención a distancia; faci-
lita la equidad en el acceso a los servicios independientemente
de la localización geográfica; más facilidad de conexión con la
docencia; reducción de gastos, evitando al profesional y al
usuario la necesidad de realizar desplazamientos; mayor senci-
llez en la difusión de información; reducción de emisiones de co2
al reducir los desplazamientos. El resto de los valores han sido
inferiores al 50%.
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Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
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TABLA 4: VENTAJAS DEL USO DE LAS TECNOLOGÍAS EMERGENTES
Ventajas si el trabajador social utiliza tecnologías emergentes.
%
· Mejora el acceso a los recursos (cita previa, y otros..)
94
· Mayor acceso a la información
88
· Mejor accesibilidad a los datos y expediente del usuario
88
· Mejor conexión e intercambio de información entre profesionales
83,5
· Facilita y agiliza los trámites burocráticos
75,9
· Mejora las comunicaciones entre diferentes profesionales
72,9
· Mejora de la comunicación interprofesional
71,4
· Reducción de los tiempos de espera.
69,2
· Posibilidades mucho mayores de investigación
67,7
· Posibilidad de conectar nuevas herramientas técnicas y de diagnóstico en cada caso
66,9
· La posibilidad de realizar consultas remotas entre Servicios Sociales Comunitarios y Especializa-
dos,
permitiendo a los profesionales mantener un contacto continuo entre ellos, mejorando así su
formación y competencias.
64,7
· Mejor y más rápida comunicación entre distintos servicios.
63,2
· Atención a distancia
61,7
· Facilita la equidad en el acceso a los servicios independientemente de la localización geográfica.
57,1
· s facilidad de conexión con la Docencia
57,1
· Reducción de gastos, evitando al profesional y al usuario la necesidad de realizar desplazamientos.
56,4
· Mayor sencillez en la difusión de información
52,6
· Reducción de emisiones de CO2 al reducir los desplazamientos.
52,6
· Más eficacia de los equipos y servicios.
49,6
· Reducción de usuarios derivados a especializados, ofreciendo respuesta a sus problemas sociales
desde los servicios sociales comunitarios, sin necesidad de demoras en tiempo y desplazamientos.
47,4
· Eliminar el duplicado de información.
46,6
· Atención Social global con mejora de las prestaciones sociales.
45,9
· Facilidad de comunicación con proveedores y distribuidores
45,1
· Menor tiempo en la realización de la valoración y, consecuentemente, menor tiempo en el trata- miento,
evitando demoras en los casos más graves que pudieran acarrear mayores problemas para
el usuario.
41,4
· Dota a los usuarios de atención especializada en aquellos lugares donde no disponen de ella, re-
duciendo la necesidad de realizar desplazamiento por parte de los usuarios y/o de los profesionales.
40,6
· Aumento de la demanda de trabajadores sociales para poder satisfacer el elevado volumen asisten-
cial de los usuarios que podrían atender.
33,8
· Oferta de mayor calidad en la atención 30,1
Fuente: Elaboración Propia.
116
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
CONCLUSIÓN/DISCUSIÓN
Como se puede apreciar por los resultados mostrados, el
Trabajador Social es un profesional con una muy buena Acepta-
ción Tecnológica (según la escala TAM), en todas sus dimensio-
nes: ‘Utilidad Percibida’ hacia el uso de tecnologías emergentes
en Trabajo Social; ‘Facilidad de Uso Percibida” hacia las tecno-
logías emergentes en Trabajo Social; ‘Disfrute Percibido’; ‘Acti-
tud hacia el uso’; y la ‘Intención de utilizar’ estas tecnologías.
Esto coloca al trabajador social a la vanguardia en su relación
con el uso profesionalizado de las tecnologías emergentes. Se
aprecia una sintonía en las afirmaciones de la NASW y la BASW
(2005) cuando ya planteaban definiciones de posibles situacio-
nes y contextos éticos a enfrentar desde la disciplina, y en la
misma línea, las aportaciones de Tejedor y Valcárcel (1996), y de
Reamer (2021b). Por ello el Trabajo Social puede servir de res-
puestas a muchos elementos excluyentes también de las nue-
vas tecnologías, enfrentándose a elementos de desigualdad tec-
nológica, como ya explicaron Ramussen (2015), o Waitling y
Rogers (2012). Estamos ante una normalización del uso de las
tecnologías emergentes para los trabajadores sociales, o como
afirma Christenson (2017), forma parte de la cotidianeidad de la
disciplina. El hecho de los buenos resultados en el TAM (Acepta-
ción Tecnológica) nos informa de que estamos ante una comuni-
dad de trabajadores sociales, como afirmaría Belluoni (2017),
‘proactiva’. Nos plantea una excelente adaptación tecnológica de
los trabajadores sociales, que como afirman Bryant, Garn- ham,
Tedmanson, y Diamandi (2015), consideran el uso de las
tecnologías como una solución rentable. Aquí también coincidi-
mos con las afirmaciones de West y Heat (2011), las de McCAr-
ty y Cancy (2002), y las de Reamer (2021a).
Cuando se han explorado las formas en que el trabajador
social debe y puede utilizar las tecnologías emergentes, se ha
encontrado una total identificación con los postulados de la
NASW y la BASW (2005), es decir, los trabajadores sociales
consideran que deben utilizar la tecnología para informar y mo-
vilizar a las comunidades sobre las políticas que beneficiarán a
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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Escala de Aceptación Tecnológica en Trabajadores Sociales
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individuos y grupos; que deben abogar por la adopción y uso de
tecnologías relevantes que mejoren el bienestar de las comuni-
dades; que deben mantenerse informados sobre la tecnología
para mejorar los programas de calidad y la prestación de servi-
cios; que deben esforzarse por hacerse y permanecer informa-
dos sobre la dinámica de las relaciones en línea, las ventajas y
los inconvenientes de las interacciones no presenciales y las
formas en que la práctica del Trabajo Social basada en la tecno-
logía puede llevarse a cabo de manera segura y apropiada; que
realizan, evalúan, difunden o implementan investigaciones usan-
do enfoques tecnológicos, deben hacerlo de una manera que
asegure credibilidad ética y asegure el consentimiento informa-
do del participante; y que cuando se utilicen o proporcionen su-
pervisión y consulta a través de medios tecnológicos, los super-
visores de Trabajo Social y los supervisados deberán seguir las
normas que se aplicarán a una relación de supervisión cara a
cara y serán competentes en las tecnologías utilizadas.
Por otro lado, los trabajadores sociales identifican claramen-
te las ventajas del uso de las tecnologías emergentes, destacan-
do especialmente las de mejora el acceso a los recursos (cita
previa, y otros); mayor acceso a la información; mejor accesibi-
lidad a los datos y expediente del usuario; mejor conexión e in-
tercambio de información entre profesionales; facilita y agiliza los
trámites burocráticos; mejora las comunicaciones entre dife-
rentes profesionales; mejora de la comunicación interprofesio-
nal. Coincidimos en afirmar esta sintonía e identificación de ven-
tajas para los trabajadores sociales, y especialmente para su
intervención, como ya hiciera la NASW (2021), o Bryant, Garn-
ham, Tedmanson, y Diamandi (2015). Como se puede entender
a partir de las aportaciones de Christenson (2017), al trabajador
social se le abren inmensas posibilidades.
Como elemento de limitación o mejora del estudio, hemos de
entender que no es lo mismo que los profesionales tengan un alto
nivel de aceptación de medios digitales o herramientas tec-
nológicas, a que las adapten a sus quehaceres profesionales.
Ello plantaría nuevas líneas de investigación y profundización
sobre esta materia.
118
Evaristo Barrera, José Luís Sarasola,
Alberto Sarasola, Ana Vallejo
Como conclusión, se confirma el cumplimiento del objetivo
principal: Se ha comprobado el grado de aceptación tecnológica
de los trabajadores sociales a nivel internacional. Y nuestro ob-
jetivo secundario, averiguando cómo se establece la vinculación
entre la práctica profesional y el uso de las nuevas posibilidades
tecnológicas. Al mismo tiempo, se ha confirmado la hipótesis ini-
cial: Los trabajadores sociales presentan un alto grado de acep-
tación tecnológica porque detectan importantes ventajas en el
uso de las tecnologías emergentes para su práctica profesional.
Esta afirmación queda enlazada con la claridad de los datos ob-
tenidos.
Este alto grado de Aceptación Tecnológica en Trabajo So-
cial, está poniendo a la disciplina al día en sus posibilidades e
intentando preparar a sus profesionales para que sean capaces
de hacer frente a estos nuevos retos y capacidades, sobre todo
a los establecidos tras la COVID-19. Aquí cobra sentido el Tele-
trabajo Social y el e-Social Work que se va desarrollando y asen-
tando en la normalidad de los trabajadores sociales y de los ser-
vicios de atención públicos y privados en los que el Trabajo
Social opera. Las adaptaciones del Trabajo Social a su entorno,
desde el punto de vista técnico y metodológico, es algo constan-
te en el desarrollo de la propia disciplina, que ha asegurado su
especial sensibilidad a los cambios y avances sociales y que le
ha permitido, desde su nacimiento, desde el propio nacimiento
de la disciplina, el operar con la mayor actualidad y profesionali-
dad posibles sobre su objeto de intervención e investigación. La
utilización de estas tecnologías de la información y la comunica-
ción será un fenómeno claramente normalizado en la profesión
que podremos ver en poco tiempo. En base a las aportaciones
de Castillo (2017), y trabajos como los de pez y Marcuello-
Servós (2018), entendemos que la aceptación tecnológica en
Trabajo Social facilita que el Trabajo Social Digital o e-Social
Work sea una especialización y una parte fundamental de la dis-
ciplina y la profesión. Estos avances y cambios, como todos, no
serán fáciles, donde la disciplina del Trabajo Social tendrá nece-
sariamente que afrontar importantes retos y superar debates,
especialmente de índole ética, que de seguro sabrá abordar con
Acciones e investigaciones Sociales. ISSN: 1132-192X. n.º 43 (2022). Páginas 91 a 123
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la sensibilidad y adaptabilidad que le caracteriza. Para ello, los
trabajadores sociales deben ser digitalmente competentes,
aprendiendo continuamente sobre los cambios de la tecnología
utilizada para proporcionar nuevos servicios. Las competencias
digitales dependerán del tipo de tecnología y de cómo se usa
para proporcionar servicios de Trabajo Social. El Trabajo Social
Digital como nuevas formas de hacer Trabajo Social, no sustitu-
ye, complementa; este Trabajo Social Digital es una extensión
de lo que el Trabajo Social ya sabe hacer a niveles técnicos y
profesionales, y proyectarlo de manera armonizada a través de
las posibilidades que la tecnología le brinda. De esta manera, el
Trabajo Social es capaz de llegar más lejos, y mejor a espa- cios,
colectivos y problemáticas que, sin estas tecnologías, sus
profesionales, no hubiesen podido intervenir o conocer.
El Teletrabajo Social, y el e-Social Work suponen todo un
campo de retos, pero también de soluciones que enriquecerán,
aún más si cabe, al Trabajo Social.
DECLARACIONES
APROBACIÓN ÉTICA Y CONSENTIMIENTO PARA PARTICIPAR
Los datos obtenidos fueron anonimizados y solo se usaron
para los fines del estudio.
DISPONIBILIDAD DE DATOS Y MATERIALES
No disponibilidad de datos y materiales para asegurar la
protección y confidencialidad.
CONFLICTO DE INTERESES
Los autores de este artículo declaran la ausencia de
cualquier conflicto de intereses.
FINANCIACIÓN
No aplicable.
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Alberto Sarasola, Ana Vallejo
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CONTRIBUCIONES
Los y las autoras contribuyeron a la ejecución del
estudio, análisis de los datos y redacción del artículo.
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