Benidorm, ciudad de rascacielos, 1953-2008

Resumen

Benidorm es la ciudad turística de sol y playa por excelencia de España, condición que alcanzó en los años 70 del siglo XX. Gran parte de su éxito como destino vacacional ―además de por su estable microclima y sus excelentes playas (de Levante y de Poniente), así como por su variada oferta de ocio para todos los públicos― se debe a su escena urbana. Es la ciudad europea con mayor densidad de rascacielos residenciales, que comenzaron su construcción en 1963. Por ello se aborda el primer plan general de ordenación de la ciudad, de 1956, y la modificación que permitió los skyscrapers, los cuales adoptaron la tipología americana de prisma esbelto, apoyado o no, sobre una plataforma comercial en las plantas de contacto con la calle.

Se detectan dos generaciones de rascacielos. Una primera, desde 1963 hasta mediados los 80, desarrollada gracias al empleo de estructuras metálicas, las cuales permitieron rozar los 100 metros de cota, ya que no hubo límite de altura: a edificabilidad constante, cuanto más alto, menos espacio ocupaba en planta. Y una segunda, desde entonces hasta 2008, donde los nuevos rascacielos incorporaron el hormigón de alta resistencia, volviéndolos más seguros y permitiendo rozar los 200 metros. Ambas generaciones han mantenido la exigencia de grandes espacios libres comunitarios donde las piscinas y los jardines son los protagonistas.

Se completa el discurso con los dos paseos marítimos, el parque lineal protagonista de toda ciudad litoral: el de Levante y el de Poniente, que han logrado articular la difícil frontera entre la ciudad y sus extensas playas, dotando de dos singulares elementos urbanos, siempre abarrotados de público, que ayudan a leer el skyline de la ciudad como una silueta no necesariamente caótica. El texto también se detiene en el rascacielos ‘tumbado al sol’ que constituye su nuevo Ayuntamiento.