La máxima y su lector en Proust. Consideraciones desde la estética de la recepción, la retórica y la psicocrítica

Resumen

El análisis del uso que hace la novela del discurso sentencioso -un discurso que pretende como ningún otro incribir la perspectiva del lector en el enunciado- obliga a reconsiderar algunas de las hipótesis que desde la teoría de la literatura se han propuesto acerca del tema de las relaciones entre narrador y narratario. El presenle trabajo, en primer lugar, revisa uno de los postulados principales de la Estética de la recepción, el postulado según el cual sería posible establecer una ecuación o equivalencia entre el lector ficticio o ficcionalizado en el texto (sea implícito, implicado o modélico) y el leclor empírico o extratextual. En segundo lugar, y a partir de la retórica argumentativa y su idea del lenguaje como acción, defendemos un estudio que conciba la máxima novelesca no ya como enunciado o como forma breve, sino como enunciación o estrategia; el hecho de que, como sugirió ya Aristóteles, el objetivo último de todo relato sea la verosimilitud significa que el pacto novelesco no es más que un pacto de ilusión consentida, y por lo tanto que la máxima pueda ser usada por su narrador para introducir argumentos o pruebas que le permitan justificarse ante el leclor con el fin de forzar su adhesión. En este sentido, pero desde la psicocrítica, concluimos abundando en el hecho de que el texto sentencioso, en la novela, no es tanto un discurso secundario como un discurso de los segundos mensajes: no hay narrador que esté por encima de toda sospecha, máxime si este narrador nos habla desde la primera persona. Se ha escogido la Recherche de Proust menos como ejemplo paradigmático sobre el que hay que "ensayar" o aplicar las hipótesis que sobre el tema han sido formuladas en el campo de la teoría literaria que como "caso" particular que invita a reexaminar gran parte de dichas hipótesis.