Convocatorias previas

ZARCH solicita el envío de artículos para ser publicados siguiendo el procedimiento de evaluación externa conocido como Peer Review, descrito en esta página, y que atiendan a la convocatoria en curso.

Número 22: "Entre la permanencia y la temporalidad. Campos, urbanidad y tiempo"

Fecha límite de recepción de artículos: 15 de noviembre de 2023
Publicación del número: junio de 2024

Texto de la convocatoria:

En el número 13 de ZARCH publicado en el año 2019 se abordó el tema de las ‘huellas de lo efímero’ en las ciudades. En él, se proponía explorar los distintos compromisos entre las construcciones permanentes de la ciudad y las vinculadas a ciertos eventos temporales, o cómo sobre esta paradoja han surgido, en ocasiones, piezas urbanas relevantes.  En aquel editorial se señalaban algunas cuestiones de fondo, como que “se están desarrollando importantes investigaciones sobre la naturaleza, el papel y las trazas de lo efímero”, “no sólo sobre las huellas ‘físicas’ de las construcciones temporales”, también sobre “los legados intangibles que permanecen en el paisaje cultural y en el imaginario de nuestra sociedad, nuestra arquitectura y nuestras ciudades. [...] Se ha escrito mucho sobre la arquitectura ‘ocasional’ asociada a celebraciones públicas, actos religiosos, escenografías políticas o cinematográficas, festivales, mercados temporales, viviendas nómadas o arquitectura de emergencia. Pero el campo de lo efímero va más allá, sobre todo cuando se asiste a la proliferación de las arquitecturas provisionales”, como “las asociadas a los grandes eventos de la modernidad. [...] Por ello, parece razonable preguntarse por la naturaleza y calidad de lo efímero en la historia, en la actualidad y, por qué no, en el futuro de la ciudad”.

La propuesta para este número 22 se puede entender, en algunos aspectos, como una continuación de aquel editorial. Sin embargo, mientras que el número 13 se focalizaba en la relación entre lo efímero y lo permanente, sobre todo en las consecuencias que para la ciudad tuvieron ciertos eventos efímeros, este número 22, aunque insiste en la contradicción entre la temporalidad y la permanencia, deja al margen esas construcciones permanentes de lo efímero —como las ferias universales y sus pabellones, o las olimpiadas— para centrarse en dos cuestiones:

  • Por un lado, explorar las condiciones urbanas de lo temporal, ya sean eventos —fiestas, bailes, mercados o manifestaciones— o asentamientos, formales o informales, duraderos o instantáneos —campos de refugiados, de control o de celebración, artísticos o religiosos, la contingencia del nómada, en caravanas y campamentos—, así como las transferencias de ‘urbanidad’, tal y como entiende el concepto Lefebvre, que pueden producirse sobre las fábricas permanentes. Se trata de intentar vislumbrar qué es lo que tiene de ‘permanente’ lo ‘temporal’.
  • Por otro lado, estudiar las condiciones cada vez más temporales de la vida urbana de las fábricas —físicas y sociales— que creíamos permanentes y cuya urbanidad —la condición ‘líquida’ contemporánea, según Bauman— reduce a ámbitos menos construidos. La presión de la industria del turismo y del ocio sobre la ciudad, las ocupaciones temporales del espacio público y cierta inestabilidad surgida por la disolución de algunas construcciones sociales que parecían firmes aligeran la condición de permanencia que Rossi atribuía a las fábricas urbanas, establecen unas reglas nuevas y proponen nuevas formas urbanas. En este caso, se trataría de indagar acerca de cuánto tiene de ‘temporal’ lo ‘permanente’.

El objetivo sería desnudar el fenómeno urbano de su condición física estable para llegar al ‘grado cero’ de urbanidad. Para ello, se propone estudiar las contradicciones o paralelismos entre la temporalidad y la permanencia en la ciudad. Este viaje se puede hacer recorriendo, entre otros, caminos abiertos por algunos autores:

  1. Overmeyer[1] estudió la ciudad de Berlín como un laboratorio de usos temporales informales y cómo, de modo transitorio o más permanente, aquellos nuevos usos se apropiaron de sus vacíos vacantes y les dieron una nueva vida. Después, en el año 2013, extendió estos estudios a cinco ciudades europeas. En ellos, estudió cómo el ‘campo’ se ha introducido en la fábrica urbana, cuál es su capacidad de transformación urbana y cuál es su futuro. Aceptando el oxímoron de estos ‘campos urbanos’, sería interesante publicar trabajos que desvelen la fragilidad de la permanencia de las fábricas urbanas físicas contemporáneas y exploren cómo esta fragilidad es capaz de generar urbanidad en un contexto social y político cada vez más ‘líquido’.
  2. Hailey[2] clasifica las ‘ciudades temporales’, que denomina ‘campos’, en tres categorías: campos de autonomía —refiriéndose a los que se eligen voluntariamente para celebrar o aprender, para el retiro o la confrontación—, campos de control —como los campos militares, los centros de detención, las áreas de espera y tránsito, o los campos de concentración, entre otros— y campos de necesidad —normalmente establecidos por personas desplazadas de sus lugares de origen, auto-construidos o planificados, debido a desastres naturales o conflictos—. Los campos albergan un conjunto cada vez más diverso de personas —detenidos, refugiados, migrantes, peregrinos, activistas, turistas o hedonistas—; son una realidad urbana cada vez mayor, en su escala y relevancia; y, en ocasiones, su temporalidad es permanente y su super-estructura se transforma en infraestructura. ¿Qué podemos extraer de estos campos contemporáneos para entender mejor las fábricas urbanas aparentemente permanentes? ¿Cuál es el conocimiento que se puede trasladar de los primeros a los segundos?
  3. Mehrotra[3] clasifica los fenómenos urbanos temporales —que él llama ephemeral urbanism— en paisajes efímeros de celebración, de transacción, de extracción, de refugio, militar, religión y desastre. El ephemeral urbanism trata de superar la dicotomía entre lo formal y lo informal —“el circo, el mercadillo y el festival son momentos en los que los ciudadanos toman consciencia de su propia existencia dentro del sistema urbano”— y considera que la ‘nueva normalidad’ urbana está en constante movimiento. La temporalidad es una ‘nueva ecología urbana’ que crece y desaparece, o se mantiene durante un tiempo breve. Mehrotra se pregunta, ¿pueden diseñarse las ciudades con esa condición de movimiento y temporalidad? ¿puede reconocerse la temporalidad como parte integral de la ciudad? ¿puede incorporarse en términos de forma urbana o de espacio público?

Los trabajos y estudios que se espera recibir vinculados a estos temas pueden situarse en el campo de la especulación crítica, pero también pueden inscribirse en un ámbito más práctico, acompañados de ejemplos que visualicen de modo concreto las transferencias entre la temporalidad y la permanencia de las condiciones urbanas contemporáneas. En ambos casos, serían perfectamente válidos tanto los puntos de vista puramente disciplinares —vinculados al ámbito de la arquitectura o del urbanismo— como las visiones desde las artes plásticas, objetuales o performativas. Todos ellos necesarios para construir un panorama amplio y poliédrico.

                                                                                                                Juana Canet, Ginés Garrido y Alejandro Gómez
 

[1]. Klaus Overmeyer, ed., Urban Pioneers: Temporary Use and Urban Development in Berlin (Berlin: Jovis, 2007).
[2]. Charlie Hailey, A guide to 21st-Century Space (Cambridge MA: The MIT Press, 2009).
[3]. Rahul Mehrotra y Felipe Vera, Ephemeral Urbanism. Does Permanence Matter? (Trento: Listlab, 2017).