Convocatoria abierta

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ZARCH solicita el envío de artículos para ser publicados siguiendo el procedimiento de evaluación externa conocido como Peer Review, descrito en esta página, y que atiendan a la convocatoria en curso.

Número 24: "Interferencias: nuevos escenarios para el proyecto de arquitectura"

Fecha límite de recepción de artículos: 21 de octubre de 2024
Publicación del número: junio de 2025

Texto de la convocatoria:

El territorio de la arquitectura continúa sufriendo alteraciones, y sus fronteras cambiantes adoptan nuevos perfiles, chocan con obstáculos, se desparraman como aceite por nuevos campos y quizás se retiran de otros. Lo único cierto es que su “terreno de juego” ya no es el mismo”.
Luís Moreno Mansilla, 2005

La constante evolución de los diferentes modos de ejercicio de la práctica arquitectónica se ha visto acelerada en los últimos años debido a una serie de factores concomitantes. La digitalización, integrada tímidamente a principios de los ochenta en los estudios y arrolladora en la última década, ha producido una transformación en la manera de acceder a la información, de dibujar y aún de pensar los proyectos. El aumento logarítmico de leyes y normativas de aplicación ha contribuido igualmente a este proceso, con repercusiones económicas en los métodos de construcción, la superficie efectiva de uso y la gestión de recursos. La cultura de la imagen y el espíritu de la inmediatez permanente que caracterizan nuestro tiempo ha provocado una aceleración de los procesos ligados al proyecto, dando lugar a la construcción de discursos de bajo contenido teórico, favoreciendo el uso de fetiches gráficos como subterfugio habitual para la resolución de problemas fundamentales.

En España, el aumento del número de escuelas e instituciones de enseñanza ha multiplicado la cantidad de profesionales disponibles para un número de encargos que, claramente, está lejos de los niveles previos a la crisis económica de 2008. Así, la precarización del trabajo en las oficinas y la imposibilidad manifiesta de atender todos los aspectos del proyecto de manera individual está imponiendo la fórmula de los equipos multidisciplinares de geometría variable, donde la capacidad de síntesis del arquitecto se revela su mayor cualidad, dejando de lado la condición heroica de otros tiempos. Lo anterior puede y debe ser objeto de un profundo análisis de la nueva condición del trabajo del arquitecto y de los mecanismos de elaboración del proyecto. Conscientes de la necesidad de replantear la práctica tradicional de la profesión, muchas escuelas han transformado sus programas para aumentar las capacidades, las herramientas y las competencias de sus egresados, mejorando su empleabilidad potencial.

Las transformaciones van más allá de lo disciplinar, son estructurales y ofrecen nuevas oportunidades y campos de desarrollo para aquellos que estén suficientemente cualificados. Podríamos hablar de los cambios socioeconómicos de los que deriva una planificación de gran escala; los movimientos migratorios forzados por las consecuencias del cambio climático o los conflictos bélicos; la aparición de innovadoras técnicas de construcción, el reciclaje de materiales y los procesos de evaluación que llevan aparejados; la rehabilitación, la reprogramación de edificios existentes o la necesidad de limitar nuestra huella de carbono. Todos estos cambios ofrecen nuevos ámbitos de actuación y progreso profesional.

Estos fenómenos han desencadenado un cambio de escala, multiplicando las interconexiones, los solapes y las contaminaciones entre las disciplinas que gravitan en torno al proyecto. La intersección de todos estos parámetros genera una serie de interferencias, que, como una señal de radio, producirán una serie de alteraciones del patrón original. Alejándonos de cualquier connotación negativa inherente al término, interpretamos este fenómeno como una manera de enriquecer la práctica, ofreciendo un potencial de intervención o de crecimiento, y aportando herramientas y procesos que nos permitan lidiar de manera efectiva con una realidad cada vez más compleja. En consecuencia, las oficinas se organizan con equipos de trabajo que hibridan todo tipo de formaciones y conocimientos, en los que aquella condición heroica encarnada en un solo individuo se redistribuye entre los miembros de una entidad, una inteligencia necesariamente colectiva. Todos estos factores suponen un desafío profesional pero, al mismo tiempo revelan nuevos contextos de intervención activa por descubrir.

En todo caso, existen precedentes de este panorama en la práctica del proyecto, como mínimo en los últimos cien años. Las vanguardias sacudieron el comienzo del siglo XX produciendo un enriquecedor acercamiento entre la arquitectura y las otras artes. El progresivo desarrollo de innovadoras técnicas de construcción, y la aparición de programas ligados a las grandes infraestructuras, urbanas o no, dieron lugar a nuevos tipos arquitectónicos, provocando un notable aumento de la complejidad del proceso técnico del proyecto, lo que favoreció la entrada de otros profesionales, particularmente desde el mundo de la ingeniería. También los proyectos de rehabilitación y reprogramación de edificios incorporó a historiadores y arqueólogos entre otros profesionales.

A lo largo del último tercio del siglo XX, también se ha observado la incorporación de nuevas ópticas al proyecto de arquitectura, provenientes de disciplinas dispares pero complementarias, como la biología, la sociología o la geografía, entre otras. Actualmente se encuentran en marcha grandes intervenciones, las mayores de la historia de la humanidad, dando lugar a  proyectos de creación y desarrollo de nuevos municipios. Muchas de estas iniciativas son acometidas por grandes equipos multidisciplinares que actúan en todas las escalas, implementando proyectos educativos de conocimiento y concienciación en los colegios, trabajando con los usuarios o habitantes del lugar, involucrando diversos agentes estatales y supranacionales.

Ante este panorama se convoca al envío de artículos que exploren, entre otras posibles líneas, las siguientes:

  • Fórmulas de trabajo y asociación de arquitectos con otros profesionales -ingenieros, artistas, geógrafos, sociólogos, biólogos, etcétera;
  • Experiencias de profesionales formados en otras disciplinas que se hayan enfrentado al proyecto de arquitectura, de infraestructuras o de urbanismo, intentando desvelar fórmulas certeras para atender su práctica en un futuro inmediato;
  • Perspectivas alternativas que se hayan desarrollado desde en campo de la ingeniería, del arte y de otras disciplinas en la arquitectura y el urbanismo;
  • Casos de estudio sobre la conformación de macro-oficinas durante el siglo XX y XXI, nacionales y transnacionales, con particular intensidad en momentos de crisis como tras la segunda guerra mundial y otros;
  • Casos de estudio de proyectos o trayectorias caracterizadas por la multidisciplinariedad;
  • Nuevas maneras de ejercer la profesión de arquitecto en un contexto generalizado de escasez de recursos, en donde la dimensión social, económica, pedagógica o política sea un factor clave.

Las diferentes cuestiones abordadas en este editorial pretenden encauzar e incentivar una reflexión de calado. Con ella se pretende identificar las nuevas condiciones de trabajo ligadas a la arquitectura y al urbanismo, los distintos contextos de acción plurales y variados, así como las nuevas responsabilidades de ambas disciplinas. Se espera recibir también artículos que aborden una reflexión sobre los formatos para ejercer la profesión, los roles asociados a ella y la manera en la que el proyecto se debe de organizar para dar respuesta a todas las incógnitas y desafíos apuntados.

                                                                                                      Eduardo Delgado Orusco, Inés Martín-Robles y Luis Burriel Bielza